Bogotá es la cuarta urbe más poblada de América Latina, y el robo a residencias se ha convertido en un flagelo que afecta, en su mayoría, a las clases media y alta. Las consecuencias no son solo económicas. La sensación de pánico e inseguridad que se producen después del robo pueden llegar a ser más traumáticas que el mismo robo.
La mayor preocupación para cualquier edificación es que los “amigos delo ajeno” ingresen sin ser invitados. En Bogotá, existen ciertas modalidades de robo en hogares que se han vuelto muy común, y que vale la pena conocer para tomar las medidas necesarias. Según la Policía Nacional, algunas de las modalidades más usadas por los delincuentes son:
- Casi el 50 por ciento de los robos de casas y apartamentos se hacen con llaves maestras que brindan acceso a cualquier puerta, aunque solo se requiere superar la puerta principal.
- Hacerse pasar por funcionarios de empresas públicas que van a la vivienda a reparar algún daño. Luego de lograr el ingreso, es muy fácil para los delincuentes tomar el control de la situación y someter a los residentes que no tienen más opción que entregar sus pertenencias.
- Esperar que la vivienda se encuentre sola y aprovechar alguna ventana o puerta de fácil acceso para ingresar por la fuerza y cometer el hurto.
- La “llamada millonaria” en la que se comunican con su empleada, miembro de la tercera edad, o niño, argumentando que otro familiar, por lo general el jefe del hogar, necesita dinero, joyas o algún documento para salir de un aprieto. Luego de esto, alguien se dirige hasta la vivienda para reclamar dichos objetos, engañando y robando a la persona.
- Aprovechar el momento en que la persona abre la puerta para empujarla, ingresar con ella a la vivienda y robar lo que les sea posible.
En muchas ocasiones los robos a hogares simplemente ocurren por no contar con los elementos de seguridad necesarios que, si bien estos no erradican el riesgo, si disminuyen de manera considerable el éxito de los ladrones.
Recomendaciones
A veces no basta solo con las importantes medidas de precaución que seguro usted está implementando en su hogar. También es necesario ayuda extra para proteger tanto sus bienes materiales como el bienestar de sus seres queridos. Tenemos tres recomendaciones que lo pueden ayudar a protegerse contra estas modalidades:
- Cree acuerdos sobre seguridad con todos los miembros del hogar, ya sea familiares, empleados o amigos. Que todos tengan en cuenta las posibles amenazas y cómo reaccionar en caso de alguna emergencia.
- Invierta en seguridad, consulte con expertos que puedan crear sistemas de seguridad de acuerdo a sus necesidades y presupuesto.
- Idealice planes de acción con los vecinos donde se involucren a la policía. Si todos en el barrio se cuidan la posibilidad de un hurto disminuye significativamente.